Reseña: Cat

Cuando me pidieron que haga una reseña de Cat, les juro que no sabía lo que iba a poner. Después me di cuenta que no era tan jodido: solo tenía que poner mi opinión y un resumen de cómo es, y a eso sumarle mi experiencia propia. Eso llevó a que, primero, se me sequen un poco las axilas de tanto que sudé por semejante tarea, y segundo que empiece a escribir esto que están leyendo.

Así que vamos de a poco, que con paciencia y voluntad se puede.





El mundo de juego

Con respecto al "lore gatuno" de este juego les juro que tiene mucho pero mucho que decir. Es un universo en el que los gatos ganaron "el desafío" (El manual no especifica mucho esto, pero parece que al ganar esto se le dieron “ventajas” sobre las demás especies) y eso les da algo que yo atribuí como "supremacía animal", o sea, son mas piolas que los demás animales. Pero recuerden que como dijo el Tío Ben en Spiderman, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Así que se les puso sobre sus peludos hombros nuestro cuidado.

Y me preguntarás: "Josías, tenemos pulgares y cerebros grandes. ¿Para qué necesitamos protección?" Bueno, joven padawan-rolero, hay algo en el hombre que está más allá de su "poder". Los sentimientos y pensamientos son bastante incontrolables, y en el universo de Cat esto trae muchos problemas desde envidiar al vecino porque se compró una heladera hasta escuchar voces en la noche diciéndote que te mates. Esto lleva a los gatos a hacer muchas cosas en el juego, ya que es tu deber cuidar a tu "abrelatas" (humano) de esos pensamientos y sentimientos que se materializan en pequeños demonios que solo los gatos pueden derrotar.

Si, así es. Eres un ser peludo de menos de un metro de largo y que no pesa más de 5kg mojado, tratando de evitar que alguien se cuelgue del techo con una soga de corbata. Eso es Cat. Sentirte poco poderoso si pensás como humano, pero ser el rey del mundo si se piensa como un gato. Y eso que todavía no conté del mundo de los sueños...

Les agradará saber (o no) que hay un lindo vacío legal en esa parte del juego. Me gusta imaginarlo como un gran plano azul y negro, casi fantasmagórico, en donde las personas que el jugador conoce están flotando como en un sueño profundo. El gato puede entrar desde estos "portales humanos" en el sueño, o pesadilla, de la persona en cuestión. También me gusta agregarles aspectos humanoides al mundo gatuno. Ya saben: bares, discotecas, clubes secretos, trafico de caviar (es como droga en mis mundos), etc. Esto le da un aspecto más cómico, pero sin quitar ese trasfondo rico y extraño (como los canelones de mi vieja).



Tranquilo: nos aseguramos de que no haya amenazas abajo del mueble ni adentro de la caja.


El reglamento

Con el tema de mecánicas, es agradable tener un sistema tan simple. Tiras dados D6, miras los números pares y listo. No hay que sumar ni restar nada, no existen dificultades ni movidas extrañas; lo que acompaña mucho a la idea simple del juego: Ser “El” gato. Es genial para jugadores novatos, no hay que conocer nada (todos saben cómo es un gato), ni hay que tener dados especiales, eso le da mucha ventaja sobre algunos juegos más “populares” *guiño guiño*.
Con 6 simples rasgos (Cola, patas, pelaje, rostro, colmillos, garras) podés resolver todas las complicaciones que se puedan cruzar durante la aventura. Para darle un poco más de alas a la creatividad se agregan 3 renombres, cosas por las cuales tu gato se conoce en el mundo gatuno; Por ejemplo: Rasheet “El coleccionista de plumas” eso le daría al jugador dados extras al cazar palomas. Además, recuerden que los gatos tienen 9 vidas (lo dice el manual) así que cuando jueguen arriésguense tranquilos y peleen contra lo que quieran, si un perro los agarra, bueno, mala suerte perdiste 1 vida, te quedan 8 ¡qué tristeza! (eso fue ironía).


A diferencia de los perros, los gatos hacen las cosas con estilo: cuando tienen que saltar del piso a la mesa, siempre lo hacen con la fuerza justa. Aunque puedan hacerlo con más, no lo hacen. Ese es el concepto de estilo que está presente en el juego, y se mete en las reglas así: cuando te sobran pares en las tiradas de dados los guardás en un "banco" imaginario. Se anota con palitos, como cuando uno juega al truco. Además los podés regalar como máster y también como jugador si tu compañero tiró una idea épica o roleó muy bien una situación. Con 3 estilos se puede narrar una parte de la escena, cambiar algún objeto, etc. Por ejemplo, supongamos que que los gatos están corriendo por un callejón y se encuentran con una pared de 10 metros cubierta de alambre de púas. Bueno, con 3 estilos podés poner una ventana al costado o un pilón de cajas. Nada muy sacado, pero que sea útil. Ojo, los puntos de estilo van y vienen se usan y se ganan con facilidad. Podés juntar muchos durante la partida y usarlos todos para el final boss o ir usándolos en la aventura para que sea más amena.


Superioridad de especies, claramente graficada.

La experiencia de juego

Cambiando no tanto de tema, me gustaría contarles cuáles fueron mis experiencias de juego antes de comenzar a dirigir. La verdad es que tenía ganas de poner todas esas ideas locas y retorcidas que se te ocurren en el furor de empezar a jugar rol en general, pero era muy vago como para leer los manuales grandes y me costaba ambientar lo que quería hacer en él la época medieval por así decirlo. Así que me presentaron a mi máster de cabecera y gran amigo David el cual me hizo jugar Cat por primera vez. Recuerdo que en esa aventura yo era un gato obviamente gordo, con sombrero, cubierto de grasa de la basura, que vivía en las calles cuyo dueño, ya fallecido, era saxofonista en una banda de jazz. En la partida debíamos sabotear una fábrica de fuegos artificiales pues sus ruidos alteraban a todo el barrio… Fui pésimo en esa partida, no podía trepar ningún muro, pelear contra ningún ratón, y casi se traba al pasar por una ventana y fue atrapado por un guardia de seguridad con un fetiche gatuno. Eso sí, al terminar quedé fascinado: vi una acción cotidiana desde un punto de vista muy original y convertí a Morfeo en mi gato PNJ favorito. Le agregué un trasfondo rico en misterio y transformé a un gato callejero en un viajero temporal que estuvo en el siglo XIV y en la segunda guerra mundial sin envejecer un pelo.

Recuerdo la primera vez que dirigí una partida, David estaba ahí y nunca lo vi reírse tanto como en ese momento. Fue divertidísimo y extremadamente épico el final. Todos los jugadores se fueron felices y querían repetir otro día. Siempre trato de tener una aventura corta preparada, porque a todos les gusta el juego, no solo porque es fácil, sino porque se divierten y mucho; ¿No es esa la idea del Rol, divertirse? Bueno les aseguro que Cat lo logra fácilmente.



Gato consultando el manual de reglas.


Consejos y sugerencias

Ah, y por ultimo les doy unos consejos a los jugadores y máster:

Másters, el Estilo está para usarse. Por cualquier decisión que parezca copada o interesante denle puntos al jugador. Y con el tema del Renombre, no dejen que se pongan cosas como “Rostro que todo lo percibe” o “El conocedor de todas las cosas” ni tampoco “Terror de los cuadrúpedos”. Serían demasiado poderosos. Traten que sean cosas interesantes para acciones más o menos específicas.

Jugadores, dense estilos entre ustedes. Es gratis y ayuda a la partida. Utilícenlos para narrar las escenas, modificar el escenario o ayudarse en tiradas complicadas. Un gato con Estilo es un gato feliz. Y por favor, ¡no sean tan duros con los PNJs que están de escenario!: ya me pasó que puse un pochoclero en una plaza y los jugadores le fueron a pegar… hasta había uno que se quería meter en el contenedor y seguir jugando con el gato cubierto de pochoclos… 


Creo que eso es todo, agradecimientos a David “Deivid” por mostrarme el mundo de los juegos indie, a Juan Manuel por dejarme hacer esto y a Rol n Ramos. Gracias por tanto, perdón por tan poco.

PD: ¡John Wick devolveme mi vida! *agita su puño en el aire*


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